lunes, 1 de julio de 2013

"Nos importa lo que pasa hoy, ahora"

Un débil golpeteo en la puerta los sobresalta justo cuando, según palabras textuales, el nuevo Ferrán Adrià llamado Pablo saca los ingredientes de la pizza de la nevera. Al principio, todos los chicos se quedan parados, intentando averiguar quien hay al otro lado de la puerta. Es muy extraño que llamen a su piso, pues se supone que los vecinos saben que allí no vive nadie o eso es lo que hacen creer al dueño del bloque. Pero entonces Lucas dice:
-¿Qué os apostáis a que es la chica contestona de antes?- Draco dice:
-Ahora lo veremos.- Y, efectivamente, la muchacha que había rechazado la invitación se encontraba en el rellano con una sonrisa inocente en la cara.
-Hola. Veréis, es que he preferido venir aquí- remarca la palabra "aquí"- antes de mendigar por las calles para poder comprar un bocadillo. ¿Puedo pasar, o la oferta no sigue en pie?
Antes de que Óscar pueda abrir la boca, Pablo se le adelanta:
-Pasa, pasa, no te quedes ahí. ¿Te gustan las olivas y los champiñones?
-Oh, ¿la pizza la cocináis vosotros? Mejor, así ayudo.
-¿Qué pasa? ¿No te fías por si hemos puesto alguna droga para secuestrarte?-replica Lucas.
-No, es solo que me gusta cocinar y así no me siento tan en deuda por haberme dado de comer.
A Óscar se le escapa una sonrisa, esa chica siempre tiene algo que responder. Pablo es el primero en ducharse, ya que tiene que cocinar, los demás se sientan en el gran sofá que preside el comedor. Todos menos Óscar, que se siente absorbido por la impresionante panorámica de Madrid. Los chicos tenían razón,  siente que podría quedarse horas admirando la belleza de las vistas. Por el rabillo del ojo, detecta un movimiento a su lado y gira la cabeza. La chica está a su derecha, con los ojos como platos y boquiabierta, debidamente maravillada por el paisaje. Óscar sonríe:
-Una pasada, ¿verdad? No exageraban para nada diciendo que es increíble.
-Es... ¡uau! No hay palabras- ella suelta una risita tierna y algo hormiguea bajo la piel de Óscar, como una suave corriente eléctrica.
-Ven, que te presento a los demás. Bueno, yo soy Óscar- y le tiende la mano.
-Encantada- y se vuelve para mirar otra vez por el ventanal.
-¿No me vas a decir tu nombre?-pregunta Óscar, extrañado.
-¿Es absolutamente imprescindible que sepáis mi nombre para comer aquí?-ante la mirada atónita de Óscar, ella se ríe y dice- Era broma, tonto. Soy Liz- y le estrecha la mano.
Juntos se dirigen hacia el sofá en el que están tirados de cualquier manera los demás.
-Vale, Liz. Él es Draco, Lucas, César, Bruno, Marco y el cocinillas es Pablo.-los va señalando con la mano cada vez que dice un nombre.- Chicos, ella es Liz.
-Encantada, pero tengo una pregunta. -Draco resopla, sonando aburrido- ¿Cómo tenéis todos estos muebles tan... caros? Lo del piso, lo puedo comprender. Pero... ¿estaba todo amueblado?
-Pues sí, chica lista. Se ve que el viejo rico que vivía aquí la palmó, y por aquí no ha pasado nadie para reclamar nada. Así que, aquí estamos.-dicho esto, Draco se levanta para gritar a Pablo a través de la puerta del baño que se acabará el agua del mar como siga así.
-Pero entonces en cualquier momento puede llegar alguien y echaros a patadas y poneros una buena multa, ¿no?-Liz parece sorprendida de que nada de esto les importe a los chicos. César dice:
-Pues claro que lo sabemos, bonita. Lo que pasa es que nos importa tres pimientos lo que pase mañana. Nos importa lo que pasa hoy, en este momento. En nuestra situación no podemos permitirnos estar paranoicos pensando que mañana podemos estar durmiendo en un cajero.
Liz asiente con la cabeza, comprendiendo, y luego sonríe.
-Me gusta como pensáis. Si queréis puedo empezar yo con la pizza.
-Si quieres, sí- dice Marco
-Vale, ¿qué le echo?
-Pues todo lo que haya en la nevera que tenga pinta de ser ingrediente para una pizza- dice Bruno, antes de colocarse los cascos y cerrar los ojos.
-Muy bien- Liz se dirige hacia la cocina y Óscar no puede evitar seguirla con la mirada, hasta que queda fuera de su alcance. César le tira un cojín a la cara.
-¡Tierra llamando a Óscar! Te estaba preguntando si quieres una cerveza, sordo.
-Eh... no, gracias. Pero una Coca Cola sí estaría bien.
Está pensando en ir a la cocina para ayudar a Liz pero no tiene ni idea de cocinar, prefiere no hacer el ridículo. Así que se sienta en el sofá y coloca las manos detrás de la cabeza, pensando que cada minuto que pasa se alegra más de haberse marchado de casa.

Ya está, parezco patética poniendo comentarios "graciosos" pero es que me sale así, sorry. Besoooos!!! :*

4 comentarios:

  1. Eaeaeaea, que me encanta la historia, meoooooooow. Es super asdfghjkl, ozea, que quiero que la sigas a ayyy. Estoy enamoraita de Oscar, pls pls pls. Eh, que yo quiero saber que pasa, por favor, no me dejes mucho con las ganas jasljaskajk
    Yo tkkkkk.<3

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    1. joo que guay que tengas tantas ganas de ver como sigue!!!! si te digo la verdad, no sé que va a pasar en el siguiente jajajaja
      muchas gracias bonitaa!!
      Muak muak!! <3

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  2. JAJAJAJAJA!! me encantan esos comentarios ridiculos... Tipiicaass paridass de gente jovenn!!! puajajajaja!!! MOlaa!!! en seriooo!! Me estoy partiendoo todo el rato!! Puajajaja!! Lo mejor de todo es que... hoy... tengo pizza!!! PUajajajajaj!!!
    Te quieroo!!!
    Míriam

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    1. LOL, tu fijandote en lo mas importante: la pizza
      un aplauso pa' ti!!!
      jajajajaja
      kisseeees <3

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