lunes, 29 de julio de 2013

Solo ella y el mar

Ella pasea por las calles adoquinadas de ese pequeño pueblo pescador al que lleva yendo en verano desde que tiene uso de razón. La brisa marina agita sus cabellos y el olor de mar la relaja completamente. Siempre pensó que sería el sueño de su vida poder vivir allí, correr las cortinas cada mañana y poder admirar esa pequeña parte del Mediterráneo de la que está enamorada. Ella siempre ha deseado que en ese lugar le pasasen aventuras dignas de explicar pero nunca le ocurre nada. Es curioso: su sitio favorito y nunca le pasa nada emocionante. De pequeña, soñaba con hacer muchísimas amigas con las que ir a la playa. De mayor, con encontrar algún amor de verano. Ahora con lo que sueña es con disfrutar de verdad de ese pequeño paraíso: salir a correr por el paseo marítimo con su música acompañándola, ir a la playa por la tarde en lugar de por la mañana... En definitiva, romper la rutina que tenía con su familia siempre que iba a este lugar. 
Pero hay algo distinto, ese verano es diferente: ha venido sola. Cogió el coche de su padre y viajó hasta su apartamento para lo que será una semana en absoluta calma y soledad. Tenía muchísimas ganas de venir sin compañía, de hacer lo que quisiera en el lugar más bonito del planeta. Y por fin logró convencer a sus padres de que ellos se fueran a un hotel y dejaran a su hermana pequeña con los abuelos. “Será una semana perfecta.” piensa para sí misma. El hecho de que haya venido sola a todo el mundo le puede resultar extraño, pero es lo que necesita en esos momentos. A nadie. Solo ella y el mar.
Bueno, aquí voy a hacer una petición. Este micro (pero super micro) relato puede continuarse o dejarse como está. Así que os voy a pedir por favor *me pongo de rodillas* que me comenteis si la continuo o no. Muchas gracias por su colaboración jajajaja 
PD: se que me estoy poniendo mu pesá con el tema del mar, pero es que el sitio en el que estoy me inspira. Ruego disculpen las molestias. <3

viernes, 26 de julio de 2013

No tienen por qué ser tristes

Todo el mundo dice que las despedidas son algo triste, o si no todo el mundo, el 95% de la población mundial. Es una escena de lágrimas derramadas y de sentimientos que salen a la luz, de palabras de amor y cariño, de abrazos que duran minutos largos y besos sonoros, de pensamientos alegres que se entremezclan con los tristes y hacen que no sepas qué hacer: si reír o seguir llorando. Las despedidas pueden ocurrir en cualquier lugar: una estación de tren o un aeropuerto, la portería de casa, la puerta del instituto, una plaza o un parque, un aparcamiento... En cualquier caso, siempre hay un nudo en la garganta que te impide hablar y decir todo lo que sientes y que finalmente termina por explotar y acabas derramando lágrimas. Eso ocurre cuando lo único que piensas es que estarás mucho tiempo sin ver a esa persona a la que tanto quieres y que la echarás muchísimo de menos.
Pero yo creo, que eso es lo que piensan las personas que no ven la otra cara de la moneda, las personas a las que la pena las ciega. Si hay una despedida, habrá un reencuentro y eso no es un momento nada triste. Es un instante de felicidad, en el que saltas de alegría y te abalanzas a abrazar a esa persona y la llenas de besos y os regaláis sonrisas exultantes de felicidad. Si vemos las cosas por el lado bueno, encontraremos que los momentos tristes algún día se transformarán en instantes de alegría y eso hace pensar que las despedidas no tienen por qué ser tristes. Depende de cómo veas tú las cosas.

PD: Bueno, aquí debo dar gracias a Lu porque me ha inspirado en cuanto a los reencuentros (aunque lo nuestro no lo seria, pero bueno). Gracias juapisima! :*

miércoles, 24 de julio de 2013

El mejor lugar

Todos tenemos un lugar en el que somos felices pase lo que pase: puede ser una casa en tu pueblo, una playa pequeña y casi desconocida, tu habitación, un parque en tu ciudad...
Yo tengo el mio propio, un lugar donde cualquier tipo de problema desaparece por arte de magia. Por muy agobiante y duro que sea lo que te preocupa, se olvida, se diluye. Un sitio donde una suave brisa mece tu cabello y te acaricia la cara, te hace sentir en el cielo, flotando entre las nubes. Un sitio donde el agua del mar ejerce de banda sonora de fondo, las olas del océano meciéndose dulcemente y llenando tus oídos de una preciosa melodía. Las risas cantarinas de los escasos niños que juegan en la orilla, que para alguien pueden resultar molestos, pero para mí forman parte del maravilloso espectáculo. El olor a mar, el gusto salado del agua que se queda en tu piel después de darte un baño refrescante. El sol en lo alto del cielo, majestuoso, regalándote sus tentáculos de luz y calor, tostando tu cuerpo suave y delicadamente. El color del agua, absolutamente transparente y cristalina, no necesitas gafas de buceo para observar la belleza de lo que se esconde bajo el mar: los pececillos asustados de los movimientos de tus pies nadando veloces a tu alrededor; las algas verdes y marrones danzando al ritmo de la corriente marina; los cangrejos meneando sus pinzas. Y no solo el precioso paisaje, sino también todos los recuerdos que tengo almacenados en mi memoria y que me golpean cada vez que visito ese lugar: amigos de cuando era pequeña que no he vuelto a ver nunca; cuando iba a cazar cangrejos con mi padre y me ponía triste cuando no encontrábamos ninguno; cuando de pequeña también jugaba a que era una sirena y nadaba como una de ellas; cuando, ya más mayor, cogía mis gafas de bucear y nadaba muy muy lejos, donde había mucha más profundidad y la belleza del fondo marino aumentaba y no sabía donde mirar... Para cualquier persona, mi lugar puede ser una playa corriente y moliente, sin nada especial, o puede que alguien piense que hay playas mucho más bonitas que la mía. Pero para mí no es solo una playa bonita, es el lugar donde conservo los recuerdos más felices de mi vida.
¿Y tú? ¿Cuál es tu mejor lugar?

martes, 23 de julio de 2013

Broken Heart

Un corazón roto, es una metáfora, pero ¿puede ser real? El dolor y la pena, sentimientos que la mayoría de las veces te impiden ver el lado bueno de las cosas, que hacen que todo tu mundo se derrumbe y no seas capaz de volver a levantar la cabeza nunca más. Son sentimientos que pueden llegar a hacer que te plantees si quieres continuar viviendo. ¿Pueden el dolor, la pena o la nostalgia romper un corazón, hacer que deje de latir? ¿Pueden esos horribles sentimientos hacer que mueras?
Una vez leí un libro en el que la protagonista presenciaba con sus propios ojos como el amor de su vida se casaba con otra. En ese instante, ella sintió un sonido parecido a un cristal resquebrajarse y su corazón se rompió. Sí, lo sé, es un libro y son historias inventadas. Pero, ¿que hay de todas esas historias reales de animales que mueren de pena porque sus dueños han fallecido? ¿De las personas que caen inconscientes al suelo al enterarse de la muerte de un ser querido?
La expresión "romper el corazón" representa un dolor inexplicable, por cualquier cosa que haya sucedido. Cuando se te corta la respiración y sientes que te han dado un puñetazo muy fuerte en el pecho o el estómago. Yo siempre he pensado que esa sensación es la de nuestro corazón deteniéndose durante una milésima de segundo, encogiéndose ante la tristeza y el dolor de la noticia que has recibido.
Un corazón roto, ese gran desconocido: todo el mundo lo siente y lo sufre, pero nadie puede ver lo que realmente ocurre en tu interior cuando te rompen el corazón, cuando este quiebra en miles de pedacitos.

Cuestionario (cortesía de Marlene)

Bueno esto es un cuestionario sobre libros, que me ha obligado a hacer Marlene de www.18segundosdevida.blogspot.com (es broma, juapa, lo hago encantada). Así que, allá vamos. Aviso que yo nunca he hecho un cuestionario de estos, a ver qué sale.

  1. ¿De todos los libros que has leído, cual es el que mas te ha gustado, y por que?
-Bueno aquí debería mencionar mi trilogía favorita: El amor más allá del tiempo (Rubí, Zafiro y Esmeralda) de Kerstin Gier. ¿Por qué? Porque no le he encontrado ningún defecto, pienso que es original a más no poder a pesar de que los viajes en el tiempo están muy vistos y porque Gwen es la protagonista más asdfghjklñ que me he encontrado nunca.

  2.¿Alguna vez te has enamorado de algún personaje de un libro? Si es asi, ¿de cual?
-JAJAJAJAJA ¿Yo, enamorarme de personajes ficticios? ¿Yo? Pues sí, ¿qué pasa? De todos los libros que he leído me enamorado, como mínimo, de uno. Evidentemente no los voy a poner todos, pero he de nombrar a el amor de mi vida: Gideon de Villiers (de mi trilo favorita, obviously)

  3.¿Recudas alguna frase de algún libro que te marcara?
-Muchas frases de libros me han marcado, las tengo apuntadas en una lista. Todas son importantes para mí: unas me han hecho reír, otras llorar, otras morirme, otras reflexionar, otra me han explosionado los ovarios, etc. No puedo poner ninguna en concreto, sorry.

  4.¿Si escribieras un libro, de que seria?
-Me encantaría hacer una distopía pero no tengo tanta imaginación. Algo de misterio con amor, posiblemente.

  5.Tu adaptación a cine favorita.
-Los juegos del hambre me gustó bastante, aunque la encontré un poco light, lo imaginaba más sangriento jajaja y también me gusta mucho el cast de Divergente, la película debe estar muy bien.

  6. ¿Hay algún personaje con el que te sientas identificado?
-Katy de Obsidian. Tanto psicológicamente como físicamente, solo que de mi jamás se enamorará un alienígena sexy *me voy al rincón a llorar*

  7. ¿Hay algún libro que hizo que tu opinión sobre algo cambiara?
-Si, Maldito Karma de David Safier. Me hizo ver que el amor verdadero puede superar cualquier cosa, y que hay que luchar mucho por lo que realmente deseas, y aprovecho para decir que es una novela humorística, just saying. 100% recomendable (yo haciendo publicidad, olé)

  8. Tu titulo de libro favorito.
-La trilogia de Esther Sanz: El bosque de los corazones dormidos, El jardín de las hadas sin sueño y La ciudad de la luna eterna. Esos títulos son amor *_*

  9. ¿Hay algún libro que todo el mundo haya odiado pero a ti te haya gustado?
-Pues no jajajaja pero me ha pasado que todo el mundo quería a un chico de un triángulo amoroso, y a mi me gustaba el otro, véase La Selección de Kiera Cass (Aspen I love you)

  10. ¿Alguna vez has recomendado un libro a alguien que no leía, y ha terminado viciándose a leer?
-Dios Siiiiii!!!! Mi mafiosa Miriam!! Le recomendé El bosque de los corazones dormidos y desde siente la misma pasión por los libros que yo (bueno yo más, porque ella tiene otras preocupaciones ejem ejem)

  11. ¿Que haces cuando lees? ¿Escuchas música o algo así?
-No! Necesito silencio sepulcral para leer. Puedo leer en cualquier sitio pero que haya silencio. Si alguien me habla me pongo borde no, lo siguiente.

Ay por favor, qué largo me ha quedado esto! No me matéis!! Me ha encantado hacer el cuestionario! Creo que haré más a partir de ahora jajajaja
PD: Todos los libros que he mencionado son asdfghhjklñnbcdyo, lecturas alucinantes!

lunes, 22 de julio de 2013

Ya estoy aquí otra vez, a dar la lata

¡Hola a mis escasísimos lectores! Como he estado fuera unas dos semanitas, pues hago esta entrada para deciros que ya he vuelto para tocaros las narices.
Es increíble como he podido echar de menos algo que he empezado hace tan poco tiempo: mi querido y casi ignorado blog. Sé que quizá, y solo quizá, algún día llegue a los 10 seguidores como mucho, pero en realidad me encanta que solo lo conozcan las personas verdaderamente importantes para mí. Es mi propio espacio escondido, donde a partir de ahora reflejaré mis experiencias en forma de historias, y es muy especial para mí que las personas a las que quiero mucho lo puedan ver. 
Esta entrada corta también va dedicada a unas personitas muy muy especiales (más les vale darse por aludidas e.e). Porque también he echado mucho de menos hablar con ellas, porque nunca imaginé que simplemente hablando por WhatsApp y Skype pudiera nacer una amistad tan genial y maravillosa. Parece imposible querer a alguien a quien no has visto nunca en persona, pero desde aquí os digo, por experiencia propia, que es muy posible. El día que nos juntemos todas será el Apocalipsis, el que avisa no es traidor. Mis niñas que estáis tan lejos y a la vez tan cerca, os quiero. <3 (menos mi mafiosilla, que es mi vecina xD)
PD: escribiré durante esta semana y luego me vuelvo a ir y no sé si tendré Internet, así que es posible que hasta el 15 de agosto deje abandonado de nuevo mi amado blog. 
Besos for everyone!! :*

viernes, 5 de julio de 2013

Recuerdos para siempre en la memoria

Ha pasado un mes desde que Liz fue a comer pizza con aquellos curiosos y divertidos vecinos. Una semana después de que aquello sucediera, Pablo la interceptó en las escaleras y la invitó a cenar con todos. Liz aceptó encantada, además de aliviada, pensaba que sus caminos no iban a coincidir más. Fue una velada muy divertida, de las mejores que Liz recuerda. A partir de esa noche, empezaron a salir todos juntos, como una pandilla. Ella los acompañó numerosas veces a sus actuaciones y animaba como la que más. Sentía que no podría haberle pasado nada mejor, esos chicos fueron su válvula de escape, su refugio ante el dolor que había sufrido. Hoy, como todas las mañanas, Liz sube a llevarles churros con chocolate para desayunar, pero encuentra una nota pegada a la puerta del ático: "Nos han pillado, peque. Hemos tenido que marcharnos antes de que la policía y los de administración vinieran a buscarnos. Tendremos que pasar una temporadita alejados por si tienen intención de buscarnos. Te echaremos de menos, aunque si nos preguntas a alguno de nosotros negaremos haberlo reconocido. Tienes una sorpresa dentro (busca bien, está escondida). La llave está bajo el felpudo. Hasta pronto, enana, te queremos." Liz no puede creerlo, se han ido. No, les han echado. Liz sabía que tarde o temprano terminaría sucediendo, lo que no imaginó es que le doliera tanto. Al leer la nota, ha sentido como si alguien le hubiera asestado un puñetazo en el estómago. Ella también les echará de menos, demasiado. Coge la llave y abre la puerta. Todo está ordenado y limpio como si fuera un piso nuevo, esperando ser comprado. Liz empieza a pensar qué puede ser esa sorpresa pero no se le ocurre nada. Comienza a buscar por todo el piso y al detenerse frente al gran ventanal, descubre una fotografía tamaño Din A4. Se trata de una imagen de las vistas que ofrece el ático, una panorámica preciosa de Madrid. En una esquina inferior de la hoja, está escrito con una curiosa letra: "Porque sabemos lo mucho que te gustaban las vistas. Nosotros tenemos otra." Lágrimas de emoción y tristeza amarga amenazan con escapar de los ojos de Liz, pero las mantiene a raya. Se pasea por el piso recordando tantos momentos vividos allí: peleas de cojines en el sofá (todos contra ella), cocinar pasteles con Pablo, clases de baile con Óscar, Marco, César y Bruno, piques en cualquier lado de la casa, en los que siempre ganaba ella, con Lucas, desafíos y retos en los que siempre perdía con Draco y Jack... Recuerdos que siempre quedarán en su memoria, pase lo que pase. "La esperanza es lo último que se pierde" y Liz está absolutamente decidida a seguir ese dicho al pie de la letra. Siempre mantendrá la esperanza de volverse a cruzar en la vida de los Tänzer.
Una vez pensó que el destino no existía, que era una pantomima para dar justificación a echos que no la tienen. Se equivocaba, porque ahora lo único que desea es que el destino se ponga de su parte y le devuelva a esos chicos que tanto la han ayudado sin ni siquiera pretenderlo. Ellos han sido capaces de hacer que Liz siguiera adelante, algo que por su propia cuenta ella nunca habría logrado hacer. Todo eso sin saber nunca que el padre de Liz falleció y ellos eran justo lo que ella necesitaba, justo en ese momento.

Pues ya está, sé que el final ha quedado demasiado brusco y rápido y abierto, también. Pero quería terminar la historia antes de irme y, por qué no decirlo, el final me gusta, aunque ha llegado demasiado pronto, lo sé. Soy "escritora" principiante, debéis perdonarme, por favor xD. Pues gracias por haberme seguido hasta aquí. Prometo que cuando vuelva, traeré más historias. Hasta pronto, os quiero!!!! <3

jueves, 4 de julio de 2013

Ojalá el sentido común esté equivocado

Lleva toda la comida observándola, sin que se dé cuenta. Ella lo único que hace es mirarlos y reírse de sus tonterías, no dice nada, no abre la boca salvo para contestar algunas preguntas sin importancia. Es bonita, su  cabello cae en forma de suaves ondas color caramelo y sus ojos son de un extraño color, Óscar cree que es gris plateado, brillante y a la vez abrumador. Sus rasgos son dulces y tiene una sonrisa traviesa sin pretenderlo. Sin duda, sí, es muy guapa.
-Tío, ¿estás ahí?-la voz de César interrumpe sus pensamientos-Te acabo de preguntar si quieres ese trozo, estás en la luna.
-Eh... vale, sí- tartamudea Óscar.
-Joder, ¿lo quieres o no?
-No, cometelo tú.-Los demás le miran buscando una explicación a su estado ausente. -Lo siento, me he puesto a pensar en mi casa y en que no he dormido nada. Me voy a acostar. ¿Cuál es mi habitación?
Los chicos se miran un momento y después estallan en carcajadas. Pablo, que es el que se calma antes, dice entre risas ahogadas:
-¿Habitación? Mira, esto será un ático lujoso pero muy grande no es. Habitaciones solo hay dos y una es de Draco y la otra de Marco, eso fue decidido a suertes.-Bruno continua la explicación.
-Por lo tanto, nosotros dormimos en ese maravilloso y cómodo sofá, juntitos-la última palabra hace que los demás vuelvan a reír.
-¿Qué pasa, nuevo?¿Eso no lo esperabas, eh?Era nuestra sorpresa para ti.-Draco le dedica una sonrisa irónica y se levanta de la mesa, llevando su plato a la cocina. Los demás hacen lo mismo.
No es que a Óscar le importe dormir en el sofá, pero pensó que tal vez... Una risita cantarina intercede en su mente. Es Liz.
-¿Qué?-pregunta Óscar, no le gusta que se ría de él.
-Nada, es solo que tu cara es un poema. Me hace gracia y por eso me río. ¿Te parece bien?-definitivamente se está mofando de él.
-Me parece estupendo, y es más, me alegra ser el objeto de tus risas-dicho esto se dispone a marchar a la cocina cuando siente que los ojos de Liz están pegados a su nuca. Se gira-¿Quieres algo?
Ella le sonríe y no dice nada, sabe que lo está incordiando. Decide ignorarla pero oye unos pasos detrás suyo.
-¿Oye, me estás siguiendo?-pero Liz no contesta, ni siquiera mira en su dirección cuando pasa por su lado para entrar a la cocina.
Después de recoger todo, los chicos se sientan en el sofá y encienden la tele para ver una película, por lo que Óscar decide hacer lo mismo. Liz carraspea suavemente, llamando su atención:
-Bueno, yo ya me voy yendo. Mi madre llegará en un par de horas así que... Bueno eso. Gracias por la pizza-ella sonríe sincera, dice adiós con la mano y camina hasta el recibidor. Antes de que abra la puerta, suena el timbre. Draco se precipita hacia la puerta, dando un traspié y casi cae al suelo.
-No abras-dice entre jadeos-Ve a la cocina, si es alguien de administración estarías en un lío. A la cocina, he dicho.
Liz pasa junto a nosotros con el ceño fruncido y desaparece tras la puerta de la cocina. Draco abre la puerta, mientras los demás aguantan el aliento.
-¡Hey, muermo!-grita una voz desconocida, pero los demás respiran aliviados.
-Joder, Jack, que susto me has dado, pedazo de imbécil. Pasa anda.-mientras el tal Jack pasa delante de Draco, este le da una colleja.
-¿Quién es?-pregunta Óscar a Lucas.
-Es el hermano pequeño de Draco. Él no está con nosotros, estudia en la uni. Pero se pasa a visitarnos a veces.-Los chicos saludan al recién llegado con golpes amistosos en el hombro y le revuelven el pelo, como a un niño pequeño. Draco dice:
-Óscar, Jack. Jack, Óscar, es nuevo.
-Hey, tío, ¿tú sabes en qué marrón te has metido juntándote con mi hermano?-Jack ríe, está bromeando.
-Venga ya, hermanito, cállate.
-¿No se lo has dicho? Qué vergüenza. Aquí donde lo ves, mi querido hermano, es un narcotraficante de cocaína. Exporta a todo el mundo. Entregas a domicilio.
-O dejas de decir gilipolleces, o te doy un cariñoso sillazo en la boca, tú decides.
Jack levanta las manos en señal de rendición y en ese momento Liz sale de la cocina, seguramente confiada sabiendo que no es nadie de administración. Entonces, sus ojos se abren poco a poco y su rostro muestra sorpresa.
-¿Jack?
-¡Liz! Joder, ¿qué haces aquí?
-¿Os conocéis?-pregunta Draco
-Sí, el año pasado coincidimos en una presentación de un libro en Barcelona.-ella ríe asombrada-Qué fuerte, vaya coincidencia.
-Ya ves. Oye, y que...-Liz lo interrumpe, su tono de voz indica disculpa
-Mira, lo siento pero me tengo que ir ya. Ya nos veremos. Eh... Hasta pronto, chicos, y gracias otra vez.-Y se va cerrando la puerta detrás suyo.
-¿Qué hacía ella aquí?-pregunta Jack.
-Siéntate y te contamos, es una historia entretenida.
Y mientras los chicos explican la interesante anécdota, Óscar se queda pensando en la chica que perdió sus llaves y accedió a regañadientes a comer con ellos. Óscar no ve el momento de encontrársela de nuevo en las escaleras del edificio, confiando en que vuelva a despistarse y él pueda volver a ayudarla. Pero hay algo, seguramente el sentido común, que le dice que sus próximos encuentros no serán más que los saludos respectivos cuando se encuentren en la portería del edificio. Solo espera que, por una vez, su sentido común esté equivocado.

Vaya churro me ha salido, no? En fin, a los que me leáis (las que lo hagáis daros por aludidas) deciros que muchas gracias por estar ahí, al otro lado de la pantalla. Os quiero <3

martes, 2 de julio de 2013

Extraña y curiosa invitación

Definitivamente Liz siente que ha perdido el juicio. Está en la cocina de un piso de unos okupas que conoce de hace apenas media hora y les está ayudando a cocinar la pizza. Una voz insistente en su cabeza le grita a pleno pulmón que está loca y que haga el favor de salir de ahí, pero la curiosidad y las ganas de llevarse la contraria a sí misma son más fuertes que su sentido común. No es que esos tipos le den miedo, porque parecen bastante inofensivos, es solo que no está en su comportamiento preparar la comida a unos desconocidos. Y todo esto lo piensa mientras saca de la nevera un bote de champiñones, una lata de atún y otra de olivas. Y ese chico, Óscar, parece como si acabara de llegar. Resalta su forma de vestir, por lo que Liz intuye que es nuevo en el grupo. Esas bermudas son muy elegantes y esa camiseta marca su torso bien definido... "¿Por qué estoy pensando esto? No tiene nada que ver con sus bermudas elegantes." Se dice a sí misma. Mientras extiende la masa con un rodillo, Pablo aparece por la puerta de la cocina con el pelo mojado. Tiene los ojos negros como el carbón, pero son bonitos de alguna manera. Pablo dirige a Liz una sonrisa simpática y ella se la devuelve como respuesta.
-Vaya, vaya... Se te da bien la cocina, por lo que veo- Pablo la mira divertido.
-Y por lo que he oído a través de la puerta, tú estás a punto de convertirte en el sucesor de Ferrán Adrià- contraataca Liz. Él suelta una carcajada.
-Sí, o al menos eso intento- contesta entre risas.-¿Eres nueva, no? Nunca te he visto en el edificio.
-Sí, he llegado hoy. Me he mudado con mi madre desde Barcelona.
-¿Barcelona? Uau, me encanta esa ciudad. En Las Ramblas te forras bailando. Los japoneses son los que más monedas echan.-Liz ríe.
-¿Pero sois todos de Madrid? Explícame un poco vuestra historia.
-Eres cotilla, ¿eh?-Liz se encoge de hombros.- Bueno, pues yo llegué a Madrid con 16 años, después de estar por las calles de Barcelona. Me fui de mi pueblo de Valencia con 14 años. Me encontré con Draco, César, Bruno y Marco en uno de los locales donde bailan y me uní a ellos. De eso hará unos... tres años, sí. Luego vino Lucas y hoy ha llegado Óscar. Hemos hecho su audición en plena calle, es muy bueno.
-Así que él ha llegado hoy, ¿y ya le dejáis entrar en vuestra casa?-Pablo se ríe sorprendido
-Ellos hicieron lo mismo conmigo, igualmente, no veo qué tiene de malo. Además, está en la misma situación en la que estaba yo hace tres años: sin nada. Cuando lleve aquí más tiempo, seremos su nueva familia.
-Eso es muy... ¿bonito?-los dos ríen.
Cuando la pizza ya está lista, solo entre Marco, Óscar, Pablo y César logran convencer a Liz de que se siente mientras ellos ponen la mesa. Liz se debate entre ser simpática y estorbar poco o utilizar su famoso humor mordaz, pero le queda clara su opción más acertada cuando aparece Lucas con una sonrisa de suficiencia en la cara. Liz se aclara la garganta, preparada para atacar, pero Lucas solo se sienta en su sitio, se frota las manos y vocifera:
-¿Pablo, te has perdido en el camino hacia el comedor? ¡Me voy a morir de hambre!
Liz no puede aguantarse la risa, estos tíos son realmente brutos.
-¿Qué te hace tanta gracia, bonita?-le pregunta Lucas, con una sonrisa socarrona.
-Tú- le contesta Liz. La sonrisa de Lucas se mantiene pero sus ojos la fulminan.
-Vale, ¿habéis acabado de pelearos? Lucas, compórtate, es nuestra invitada- interviene Marco y se sienta al lado de ella. Al otro lado se sienta Bruno.
Los chicos empiezan a bromear y a decir tonterías varias, y Liz los observa en silencio con una sonrisa que no se le borra por mucho que quiera, acompañada de una carcajada cada dos por tres. Ellos no intentan integrarla en la conversación y Liz lo agradece, tampoco sabría qué decir, es mucho mejor presenciar el espectáculo de insultos cariñosos que está teniendo lugar en la mesa. Hay un momento que incluso casi se atraganta con la pizza de la risa. Mientras, se seca las lágrimas que las carcajadas le provocan piensa que, al fin y al cabo, no ha sido tan mala idea aceptar la extraña y curiosa invitación que estos extraños y curiosos (y sobretodo graciosos) chicos le han ofrecido.

Pues esto ya está. En realidad quería tardar un poco más en juntar los caminos de Liz y Óscar, pero no he podido resistir la tentación. Ya veremos que pasa.... Besooos!! <3

lunes, 1 de julio de 2013

"Nos importa lo que pasa hoy, ahora"

Un débil golpeteo en la puerta los sobresalta justo cuando, según palabras textuales, el nuevo Ferrán Adrià llamado Pablo saca los ingredientes de la pizza de la nevera. Al principio, todos los chicos se quedan parados, intentando averiguar quien hay al otro lado de la puerta. Es muy extraño que llamen a su piso, pues se supone que los vecinos saben que allí no vive nadie o eso es lo que hacen creer al dueño del bloque. Pero entonces Lucas dice:
-¿Qué os apostáis a que es la chica contestona de antes?- Draco dice:
-Ahora lo veremos.- Y, efectivamente, la muchacha que había rechazado la invitación se encontraba en el rellano con una sonrisa inocente en la cara.
-Hola. Veréis, es que he preferido venir aquí- remarca la palabra "aquí"- antes de mendigar por las calles para poder comprar un bocadillo. ¿Puedo pasar, o la oferta no sigue en pie?
Antes de que Óscar pueda abrir la boca, Pablo se le adelanta:
-Pasa, pasa, no te quedes ahí. ¿Te gustan las olivas y los champiñones?
-Oh, ¿la pizza la cocináis vosotros? Mejor, así ayudo.
-¿Qué pasa? ¿No te fías por si hemos puesto alguna droga para secuestrarte?-replica Lucas.
-No, es solo que me gusta cocinar y así no me siento tan en deuda por haberme dado de comer.
A Óscar se le escapa una sonrisa, esa chica siempre tiene algo que responder. Pablo es el primero en ducharse, ya que tiene que cocinar, los demás se sientan en el gran sofá que preside el comedor. Todos menos Óscar, que se siente absorbido por la impresionante panorámica de Madrid. Los chicos tenían razón,  siente que podría quedarse horas admirando la belleza de las vistas. Por el rabillo del ojo, detecta un movimiento a su lado y gira la cabeza. La chica está a su derecha, con los ojos como platos y boquiabierta, debidamente maravillada por el paisaje. Óscar sonríe:
-Una pasada, ¿verdad? No exageraban para nada diciendo que es increíble.
-Es... ¡uau! No hay palabras- ella suelta una risita tierna y algo hormiguea bajo la piel de Óscar, como una suave corriente eléctrica.
-Ven, que te presento a los demás. Bueno, yo soy Óscar- y le tiende la mano.
-Encantada- y se vuelve para mirar otra vez por el ventanal.
-¿No me vas a decir tu nombre?-pregunta Óscar, extrañado.
-¿Es absolutamente imprescindible que sepáis mi nombre para comer aquí?-ante la mirada atónita de Óscar, ella se ríe y dice- Era broma, tonto. Soy Liz- y le estrecha la mano.
Juntos se dirigen hacia el sofá en el que están tirados de cualquier manera los demás.
-Vale, Liz. Él es Draco, Lucas, César, Bruno, Marco y el cocinillas es Pablo.-los va señalando con la mano cada vez que dice un nombre.- Chicos, ella es Liz.
-Encantada, pero tengo una pregunta. -Draco resopla, sonando aburrido- ¿Cómo tenéis todos estos muebles tan... caros? Lo del piso, lo puedo comprender. Pero... ¿estaba todo amueblado?
-Pues sí, chica lista. Se ve que el viejo rico que vivía aquí la palmó, y por aquí no ha pasado nadie para reclamar nada. Así que, aquí estamos.-dicho esto, Draco se levanta para gritar a Pablo a través de la puerta del baño que se acabará el agua del mar como siga así.
-Pero entonces en cualquier momento puede llegar alguien y echaros a patadas y poneros una buena multa, ¿no?-Liz parece sorprendida de que nada de esto les importe a los chicos. César dice:
-Pues claro que lo sabemos, bonita. Lo que pasa es que nos importa tres pimientos lo que pase mañana. Nos importa lo que pasa hoy, en este momento. En nuestra situación no podemos permitirnos estar paranoicos pensando que mañana podemos estar durmiendo en un cajero.
Liz asiente con la cabeza, comprendiendo, y luego sonríe.
-Me gusta como pensáis. Si queréis puedo empezar yo con la pizza.
-Si quieres, sí- dice Marco
-Vale, ¿qué le echo?
-Pues todo lo que haya en la nevera que tenga pinta de ser ingrediente para una pizza- dice Bruno, antes de colocarse los cascos y cerrar los ojos.
-Muy bien- Liz se dirige hacia la cocina y Óscar no puede evitar seguirla con la mirada, hasta que queda fuera de su alcance. César le tira un cojín a la cara.
-¡Tierra llamando a Óscar! Te estaba preguntando si quieres una cerveza, sordo.
-Eh... no, gracias. Pero una Coca Cola sí estaría bien.
Está pensando en ir a la cocina para ayudar a Liz pero no tiene ni idea de cocinar, prefiere no hacer el ridículo. Así que se sienta en el sofá y coloca las manos detrás de la cabeza, pensando que cada minuto que pasa se alegra más de haberse marchado de casa.

Ya está, parezco patética poniendo comentarios "graciosos" pero es que me sale así, sorry. Besoooos!!! :*