jueves, 4 de julio de 2013

Ojalá el sentido común esté equivocado

Lleva toda la comida observándola, sin que se dé cuenta. Ella lo único que hace es mirarlos y reírse de sus tonterías, no dice nada, no abre la boca salvo para contestar algunas preguntas sin importancia. Es bonita, su  cabello cae en forma de suaves ondas color caramelo y sus ojos son de un extraño color, Óscar cree que es gris plateado, brillante y a la vez abrumador. Sus rasgos son dulces y tiene una sonrisa traviesa sin pretenderlo. Sin duda, sí, es muy guapa.
-Tío, ¿estás ahí?-la voz de César interrumpe sus pensamientos-Te acabo de preguntar si quieres ese trozo, estás en la luna.
-Eh... vale, sí- tartamudea Óscar.
-Joder, ¿lo quieres o no?
-No, cometelo tú.-Los demás le miran buscando una explicación a su estado ausente. -Lo siento, me he puesto a pensar en mi casa y en que no he dormido nada. Me voy a acostar. ¿Cuál es mi habitación?
Los chicos se miran un momento y después estallan en carcajadas. Pablo, que es el que se calma antes, dice entre risas ahogadas:
-¿Habitación? Mira, esto será un ático lujoso pero muy grande no es. Habitaciones solo hay dos y una es de Draco y la otra de Marco, eso fue decidido a suertes.-Bruno continua la explicación.
-Por lo tanto, nosotros dormimos en ese maravilloso y cómodo sofá, juntitos-la última palabra hace que los demás vuelvan a reír.
-¿Qué pasa, nuevo?¿Eso no lo esperabas, eh?Era nuestra sorpresa para ti.-Draco le dedica una sonrisa irónica y se levanta de la mesa, llevando su plato a la cocina. Los demás hacen lo mismo.
No es que a Óscar le importe dormir en el sofá, pero pensó que tal vez... Una risita cantarina intercede en su mente. Es Liz.
-¿Qué?-pregunta Óscar, no le gusta que se ría de él.
-Nada, es solo que tu cara es un poema. Me hace gracia y por eso me río. ¿Te parece bien?-definitivamente se está mofando de él.
-Me parece estupendo, y es más, me alegra ser el objeto de tus risas-dicho esto se dispone a marchar a la cocina cuando siente que los ojos de Liz están pegados a su nuca. Se gira-¿Quieres algo?
Ella le sonríe y no dice nada, sabe que lo está incordiando. Decide ignorarla pero oye unos pasos detrás suyo.
-¿Oye, me estás siguiendo?-pero Liz no contesta, ni siquiera mira en su dirección cuando pasa por su lado para entrar a la cocina.
Después de recoger todo, los chicos se sientan en el sofá y encienden la tele para ver una película, por lo que Óscar decide hacer lo mismo. Liz carraspea suavemente, llamando su atención:
-Bueno, yo ya me voy yendo. Mi madre llegará en un par de horas así que... Bueno eso. Gracias por la pizza-ella sonríe sincera, dice adiós con la mano y camina hasta el recibidor. Antes de que abra la puerta, suena el timbre. Draco se precipita hacia la puerta, dando un traspié y casi cae al suelo.
-No abras-dice entre jadeos-Ve a la cocina, si es alguien de administración estarías en un lío. A la cocina, he dicho.
Liz pasa junto a nosotros con el ceño fruncido y desaparece tras la puerta de la cocina. Draco abre la puerta, mientras los demás aguantan el aliento.
-¡Hey, muermo!-grita una voz desconocida, pero los demás respiran aliviados.
-Joder, Jack, que susto me has dado, pedazo de imbécil. Pasa anda.-mientras el tal Jack pasa delante de Draco, este le da una colleja.
-¿Quién es?-pregunta Óscar a Lucas.
-Es el hermano pequeño de Draco. Él no está con nosotros, estudia en la uni. Pero se pasa a visitarnos a veces.-Los chicos saludan al recién llegado con golpes amistosos en el hombro y le revuelven el pelo, como a un niño pequeño. Draco dice:
-Óscar, Jack. Jack, Óscar, es nuevo.
-Hey, tío, ¿tú sabes en qué marrón te has metido juntándote con mi hermano?-Jack ríe, está bromeando.
-Venga ya, hermanito, cállate.
-¿No se lo has dicho? Qué vergüenza. Aquí donde lo ves, mi querido hermano, es un narcotraficante de cocaína. Exporta a todo el mundo. Entregas a domicilio.
-O dejas de decir gilipolleces, o te doy un cariñoso sillazo en la boca, tú decides.
Jack levanta las manos en señal de rendición y en ese momento Liz sale de la cocina, seguramente confiada sabiendo que no es nadie de administración. Entonces, sus ojos se abren poco a poco y su rostro muestra sorpresa.
-¿Jack?
-¡Liz! Joder, ¿qué haces aquí?
-¿Os conocéis?-pregunta Draco
-Sí, el año pasado coincidimos en una presentación de un libro en Barcelona.-ella ríe asombrada-Qué fuerte, vaya coincidencia.
-Ya ves. Oye, y que...-Liz lo interrumpe, su tono de voz indica disculpa
-Mira, lo siento pero me tengo que ir ya. Ya nos veremos. Eh... Hasta pronto, chicos, y gracias otra vez.-Y se va cerrando la puerta detrás suyo.
-¿Qué hacía ella aquí?-pregunta Jack.
-Siéntate y te contamos, es una historia entretenida.
Y mientras los chicos explican la interesante anécdota, Óscar se queda pensando en la chica que perdió sus llaves y accedió a regañadientes a comer con ellos. Óscar no ve el momento de encontrársela de nuevo en las escaleras del edificio, confiando en que vuelva a despistarse y él pueda volver a ayudarla. Pero hay algo, seguramente el sentido común, que le dice que sus próximos encuentros no serán más que los saludos respectivos cuando se encuentren en la portería del edificio. Solo espera que, por una vez, su sentido común esté equivocado.

Vaya churro me ha salido, no? En fin, a los que me leáis (las que lo hagáis daros por aludidas) deciros que muchas gracias por estar ahí, al otro lado de la pantalla. Os quiero <3

1 comentario:

  1. Oiiixx!! Que cuqi!! Se conocen de una presentacion de un libroooo!!!! Claroo!! Como no? jajajjaajja

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