-¿Alicia?
-¡Hola! ¿Te he despertado? ¡Ay, que pregunta más estúpida, seguro que sí! ¡Perdón!-su voz jovial siempre le hacía sonreír, eso no era bueno.
-Sí, pero no te preocupes. Tenía que levantarme ya, igualmente. En realidad, te doy las gracias.-se llamaban un par de días a la semana, normalmente ella para preguntarle como estaba su madre y otros asuntos triviales. Ninguno de los dos soportaba la idea de quedar como los típicos exnovios que no se hablan y se odian profundamente. Se habían amado demasiado para terminar así, aún se amaban.
-Vale, de nada- su risa cristalina le provocó un dolor sordo en el pecho.- Bueno, te llamaba para decirte que estaré fuera unas dos semanas, ya sabes, negocios y bla bla bla. Mi jefe sigue igual de pirado.
-Oh, ¿te felicito o te compadezco?
-¡Compádeceme! Dios, con lo que odio el avión... ¡A Berlín me tengo que ir! ¡Berlín! ¿Que se me ha perdido a mi en Berlín!- su forma de exagerar y sacarlo todo de quicio era muy divertida, lo adoraba tanto...
-Bueno, no te preocupes. Dos semanas pasarán volando, ya verás. ¿Llamabas para decirme algo más? tengo que ir al hospital con mi madre, hoy me toca a mí.
-Ah sí, es verdad, perdón. También que voy a hacer una excursión al súper y llenar tres carros de la compra enteros. ¿Necesitas algo? ¿Qué te falta?
Aquella pregunta removió algo dentro de él, como el terremoto que provoca el tsunami. Sabía perfectamente que ella se refería a algo de comida, pero no pudo evitar las palabras que escaparon de sus labios, venidas directamente desde lo más profundo de su corazón, un anhelo que deseaba sacar a la luz. Dijo, simplemente:
-Me faltas tú.
A mi si que me faltas tuu!! Berliin!! OMG!!! Es Super! ajdcsDJHVÑKFA Esta muy guay Julii :)
ResponderEliminarSiempre tuya, Míriam :3
oix oix asiass!! <3
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